18 junio 2009

Trastienda

Siempre que Germán recibía visitas, su mayor preocupación mientras los atendía era que la puerta de la cocina estuviera siempre cerrada. Podia ser su madre, amigos, hermanos, compañeros de trabajo o cuñados, pero la cocina nunca debía quedar a la vista

"Por favor, querida", decía a su esposa, "que no se vea la trastienda!!"

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